Curso en Línea "Una intoducción a la carrera de Pedagogía"
  ¿Qué es la educación?
 

Tema 3
¿Qué es la educaciòn?

Preguntemonos primero qué pensamos por educación? 


Podemos responder que el significado  etimologico de  educación es (del
latín educere "guiar, conducir" o educare "formar, instruir") puede definirse como:

  • El proceso bidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra: está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
  • El proceso de vinculación y concienciación cultural, moral y conductual. Así, a través de la educación, las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de generaciones anteriores, creando además otros nuevos.
  • Proceso de socialización formal de los individuos de una sociedad.
  • La Educación se comparte entre las personas por medio de nuestras ideas, cultura, conocimientos, etc. respetando siempre a los demás. Esta no siempre se da en el aula. Existen tres tipos de Educación: la formal, no formal e informal.

Una de las definiciones más interesantes nos la propone uno de los más grandes pensadores, Aristóteles: "La educación consiste en dirigir los sentimientos de placer y dolor hacia el orden ético."

También se llama educación al resultado de este proceso, que se materializa en la serie de habilidades, conocimientos, actitudes y valores adquiridos, produciendo cambios de carácter social, intelectual, emocional, etc. en la persona que, dependiendo del grado de concienciación, será para toda su vida o por un periodo determinado, pasando a formar parte del recuerdo en el último de los casos.

ASPECTOS BÁSICOS DEL CONCEPTO DE EDUCACIÓN

(García Arieto, L y Ruiz Corbella, 2001)

 

         Utilizamos el concepto de persona porque éste conlleva los significados de singularidad, unicidad, excelencia. Es decir, una persona no es un indivi­duo más de una especie, sino alguien con unas características comunes a su especie, lógicamente, pero que, a la vez, es insustituible, único. Engloba todas las dimensiones propias del ser humano, pero que cada uno las actua­liza de forma personal y singular. De ahí el valor innegable de cada persona, y la trascendencia de la educación para ayudarle a desarrollar todas sus posibilidades de modo diferenciador. En consecuencia, entendemos como educación:

 

«Todo proceso permanente dirigido a la optimización de la persona en el ser, el cono­cer, el hacer y el convivir».

 

En esta definición entendemos que están implícitos los siguientes rasgos:

 

- Proceso, al tratarse tanto de una operación en el tiempo, como una pro­puesta y desarrollo de una secuencia de acciones. Acción que implica a la propia persona, ya que la educación es el proceso y resultado del obrar de cada uno consigo mismo.  Se exige también la acción externa, la actividad del propio sujeto y de otros, pero todas ellas dirigidas a la consecución del desarrollo pleno. Al ser acción se exige que ésta se lle­ve a cabo de modo constante, dentro de un continuum.

 

- Permanente, ya que la educación como algo específico del ser humano deberá llevarse a cabo a lo largo de toda la vida, es un proceso que no termina nunca y que permite ordenar las distintas etapas, preparar las transiciones, diversificar, valorizar las trayectorias vitales de cada suje­to (Delors, 1996).

 

- De optimización, ya que todo hombre está llamado a desarrollar ple­namente sus capacidades, a lograr la madurez en cada una de sus eta­pas vitales. Esta mejora, lógicamente, implica la intencionalidad de esa acción, nunca deberá ser una tarea que se deja al azar, sino que está dirigida por una finalidad, por una intención positiva -implícita o explícita- que marcará las características de ese aprendizaje. De la optimización también se desprende el necesario carácter normativo de la educación, como tarea. Ahora, aunque siempre hablamos del desarrollo de todas las capacidades humanas, ese proceso de optimi­zación debe centrarse, como elemento integrador de todas las demás, en cuatro pilares básicos, tal como destaca el reciente informe Delors (1996): aprender a ser, a hacer, a conocer y a convivir, pilares que tam­bién podemos sintetizar como procesos de humanización y de civili­zación.

 

- A convivir, aprender a vivir juntos conociendo mejor a los demás, crear un espíritu nuevo que impulse la realización de proyectos comunes o la solución inteligente de cualquier conflicto (Delors, 1996).

 

- A conocer, «(...) teniendo en cuenta los rápidos cambios derivados de los avances de la ciencia y las nuevas formas de la actividad económi­ca y social, conviene compaginar una cultura general suficientemente amplia (...) pasaporte para una educación permanente (...)», con la capacidad de aprender a aprender (Delors, 1996, 22).

 

- Aprender a hacer, aprender competencias específicas para atender el trabajo, la capacidad de iniciativa, trabajar en equipo, la ayuda a los demás, el cuidado del entorno...

 

- Aprender a ser, ya que la educación deberá contribuir, en definitiva, al desarrollo integral de cada persona, al fomento de su responsabilidad, de formar un pensamiento crítico y autónomo... de tal forma que sea capaz de afrontar su propio proyecto vital (Delors, 1996).

 

         En suma, la educación es una tarea a lo largo de toda la vida, siendo ésta una de las aportaciones más singulares del siglo XX. Es una necesaria y constante acción humana sobre sí mismo, a la vez que intervención sobre otros. En esta línea podemos afirmar que, en definitiva, la educación es realmente una acción moral, entendida en este caso como desarrollo de la capacidad de autodeterminación responsable de cada individuo.

 


Te invito a que leas este documento, sobre el concepto de educacion en México.
http://www.cddhcu.gob.mx/cesop/Comisiones/d_educacion.htm

 
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